El Tulo estaba en el techo, peinando su gran cresta de colores. Tulo había decidido ser punk. Y lamía sus patas y con ellas modificaba su peinado. Pero a mis papás no les gustaba ese estilo, y Tulo tuvo que dejar de ser punk.
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Estaba en el preu, comprando cosas para comer en esas máquinas vendomaticas. Y compraba café y galletas. Y me sentaba.

En un cajón de un mueble de mi cuarto encontraba las placas del tratamiento de ortodoncia que tiempo atrás había abandonado por aburrimiento.
Me las colocaba con bastante trabajo, los dientes y habían perdido el orden y habían vuelto al desorden, y me dormía.
Al despertar, me sacaba las placas calientes y muy salivada, y me miraba los dientes.
Con espanto frente al espejo observaba como se movían de a poco, como volvían a estar chuecos, como estaban tan sueltos.
Me los tocaba para tratar de mantenerlos en su lugar, miraba las muelas e intentaba acomodarlas hacia atrás para hacerle espacio a mis otros dientes, estando en eso, se me salía una de las muelas, luego otra, otra y otra.
La boca me sangraba. La encía superior estaba como separada del hueso. Se notaba el diente y la raíz pero cubierto con encía.
Me ponía a llorar desconsolada. Había arruinado mi boca completamente... y todo por las malditas placas.
Era tan extraño, porque la encía estaba como esponjosa, porosa con orificios al rededor de los dientes, pequeños tubos que rodeaban cada una de mis piezas dentales.
Y seguían su danza macabra en mi boca, y seguía brotando la sangre y continuaba el dolor.

Maldito sueño

Tomaba un café en mi casa, era de noche y hacía bastante calor. Llegaba Jorge con una chica (a nuestra cita, NUESTRA).
-¿y ella?
-Ella es una amiga, bueno... en realidad estamos saliendo.
La verdad es que me quedaba mirándola.
Gorda, chica, con bigote y uniceja. Muy morena, dientes chuecos, pelo tieso, largo y mal cuidado. Ropa fea y cero combinación.
Y mi querido pololo orgulloso la exhibía ante mi, en mi casa, como su nueva conquista.
No se si en un principio sentía rabia o pena.
Me estaba presentando a su amante, perdón, su horrible amante, en mi propia casa.
-Pero que mierda te pasa!, como se te ocurre traer a esta chana a mi casa! ¿quién mierda te crees?
-Oye, no me mal interpretes, nosotros seguimos pololeando.
Ok... estoy segura que en ese momento me empecé a trastornar. Quería que yo aceptara esa relación, con una chana, con olor, pinta y aire de chana??
-Olvídalo, ésto se acabó. No te quiero volver a ver nunca más!!. Yo entendía que uno debe mejorar la raza, no cagarla como lo haces tú. Por favor! mírala! me insultas con esa amante de novena que tiene! que asco más grande verla, como no te das cuenta que además de horrible es una chana!
-No, tú eres la que no entiende, nosotros no vamos a terminar, todo sigue igual. Solamente que ahora yo saldré con ella también. Quiero probar.
-¿Probar qué? Esto es inaudito. Sal de aquí ahora.
Y así la discusión seguía y seguía. Y yo no entendía nada. Cómo era posible que me cambiara por esa cosa (que con su cara sucia sonreía, y mostraba sus dientes amarillos y con sarro, pero no decía nada) era cuestión de mirarme y mirarla y ver el abismo que nos separaba...
Estaba tan angustiada, me sentía tan traicionada. Creo que al principio había olvidado la palabra "fidelidad" porque estaba en shock con esa tipa, esa peuca cualquiera. Realmente parecía sacada de un basurero.
Rabia, dolor, traición, pena, estupor, sorpresa... en fin.
Pero no iba a llorar, siempre con mi frente en alto.
Claramente era él quien perdía.

Llamaba a tu celular y me contestaba Abel, tu mamá.
-Hola como estás Cata?. Dime una cosa, Jorge no está contigo?
-No tía, de hecho por eso lo llamo al celu.
-Bah, que raro... en fin, si llega a la casa le digo que lo llamaste.
-Gracias tía, un besito.

Y sonaba el timbre.
Bajaba y cuando abría la puerta... Era un compañero de básica, que hace mucho tiempo no veía. Era T. B.
Y sin dudarlo ni un instante nos besábamos apasionadamente. Sentía su lengua ardiendo en mi boca, sus labios alimentándose de los míos.
Me abrazaba y salíamos a caminar.
Me explicaba algo de una especie de concurso de su U. Algo de un túnel.
Y entrábamos.
Estaba oscuro, hacía calor. Se escuchaban ruidos, risas, gritos.
Me asustaba y comenzaba a correr.
Me tropezaba con algo en el piso y caía. Era una persona, no se si viva o muerta.
Salía desesperada de ese lugar.
Y T.B. me explicaba que ellos estaban midiendo las emociones personales en el túnel.

En el colegio hacían una sesión de compañerismo, e invitaban a otro colegio de minas. Se hacía una jornada de conversación entre todas. Teníamos que sentarnos intercaladas. Mientras charlábamos llegaba Jaure con frascos con pajaritos y fresas.
Y los repartía. Y todas queríamos comer pajaritos y fresas.
Luego, de algún modo llegaba a la casa de Maryon, y era una casa estilo castillo de Barbie. Y jugábamos a saltar sobre las camas. Y tenía una nana que nos servía té y galletitas rosadas.

Abro mi ojo izquierdo. Frente a mi un espejo. En mi mano un lápiz celeste metálico. Delineo el contorno de mi ojo. Mis pestañas tienen máscara. Me maquillo con suma precisión. Repaso la delgada pero notoria línea. Me contemplo lentamente en el espejo.

Ahora, estoy lista para dormir

Era como una tormenta de textiles, pieles, lanas, hilos, sedas, telas...
Y yo estaba al medio de ella. Acariciada por cada una de estas brisas tejidas.
Tenían distintos colores
y texturas
Algunas suaves, otras asperas, algunas casi imperceptibles
Y me envolvían

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(Una escalera antigua, con una curva. Cubierta por una alfombra roja gastada)
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(Un pasillo oscuro y pequeño. Dos arrimos con antiguas carpetas, puertas de vidrio)
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(Un comedor con un vitral azul y amarillo, muy grande. Una mesa amplia rectangular. Ocho sillas. Un reloj de cuerda. Los bebedores. Una puerta de vidrio)
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(Un patio descuidado, verde y desordenado. Mesas, sillas. Una puerta mitad vidrio)
1. 2.
(Un vaso gigante de leche con plátano.)

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Mi mamá me gritaba desde la pieza del compu.
-¿Qué te pasa?
-La pantalla esta llena de puntos azules, yo no le hice nada.
-Pucha mamá... tendremos que llevarla al servicio técnico.
Y miraba los puntos, con detención.
Y eran muchos PIXELES quemados