sábado, 22 de diciembre de 2007

Dormía a tu lado, algo destapada. Te despertabas y regaloneábamos. Arrumacos varios, toritos varios. Y luego quería sólo levantarme, porque podría llegar mi madre, a la cual no le agradaría la idea de vernos juntos en una cama... Te obligaba a levantarte aunque no lo hacía nada de bien, y llamaba el maestro...

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