martes, 14 de agosto de 2007

Estaba en un departamento. Te llamaba y te pedía que nos juntáramos en el departamento 9. Dudabas, pero finalmente aceptabas. Irías.
tu mamá no quería que fueras no confía más en mi no me quiere no te quiere me hará sufrir te hará sufrir iras iré
Esperaba en el balcón, estaba desgastado y suelto y recordaba, te había dado mal el número del depto. Obviamente no nos encontraríamos.
te lo dije te engañó como siempre no confiar no confíes
Te llamaba, no es el 9 es el 529
Te miraba, flaco, desgreñado
triste
y me mirabas
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Estaba en el McDonalds, y me asaltabas Kathy r. Y yo era policía y tenía que detenerte... Y planeábamos una simulación para que te escaparas.
En el estacionamiento del mall llegaban mas policías y no resultaba. Heridos, y sangre.
Kathy eras tú.

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Entraba al hotel, era de colores pasteles. Un día al atardecer. Era un hotel viejo, al menos eso se veía en el primer piso (lobby). Subía a buscar una habitación, porque así se hacía. Tú eliges tu habitación.
Llegaba a un piso muy alto y bastante lujoso. Pero siempre celesterosado.
Y las puertas variaban según la numeración.
Por ej, la puerta n° 7 era muy angosta y al entrar (las puertas no tenían llave si no estaban habitadas) la habitación tenía una cama king redonda y rosada. Con una ventana rectangular celeste y un wc y un lavamanos, todo junto.
Al volver al pasillo me fijaba en la puerta 12, era ondulada y se abría en dos. La habitación tenía camarotes y la verdad no se cuantas camas tenía. No me gustaba porque estaba muy desordenado.
En un rincón del pasillo, donde había un gigantesco ventanal y se apreciaba el ocaso, una puerta me llamaba, era la 23, simple pero suave, era peluda. Entraba y era un pequeño departamento. Lo recorría relajadamente, esto era para mi.
Pero la cocina estaba sucia, los platos sucios, llenos de grasa y aceite.

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