Cenando alegremente con mi familia. Estaban todos, milagrosamente no faltaba ninguno. Mis tatas a la cabeza de la mesa y luego sus hijas/o maridos, esposas, nietos, sobrinos, hermanos, etc. Comíamos alegremente. Bebíamos y reíamos.
La casa estaba hermosa, la madera brillaba como recién pulida. Los vitrales eran verdaderas obras de arte. Las paredes blancas y lustrosas. Todos los jarrones con flores blancas de distintos tipos: camelias, rosas, orquídeas, petunias, narcisos, amarillis...
En el postre me levantaba de la mesa, subía la escala y pisaba la mullida alfombra. Pero algo no estaba bien... Había humo. ¿De dónde?
Iba al departamento de mis papás, y allí estaba todo en llamas.
Pensaba en mis posibilidades, debía salvar a la Ofe y a la Vero, pero si lo hacía no podría avisarles a los demás... Mientras vacilaba en que hacer, todo ardía mucho más rápido. Debía retroceder, el fuego me estaba haciendo daño.
Bajaba la escala corriendo y me dirigía a la calle. El comedor estaba en llamas, pero no sentía gritos. Tocaba la puerta de un vecino y pedía ayuda.
Cuando llegaban los bomberos, nada quedaba. Sólo polvo...
Buscaba entre las ruinas, mi Vero, mi mamá, mi papá...
Y del polvo, surgía nuevamente mi casa, mi familia
Y la Vero se sacudía el polvo de sus patas
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1 comentario:
Siguiendo quizá la logica de freud o nietzche, creo que en definitiva tu sueño se basa particularmente en una soterrada y silenciosa lucha entre tus padres, que enciende y quema la armonía familar, debe ser importante para ti la familia y para quien no, quien no la crea importante no merece ser feliz, pero insisto en que lo oniríco correponde a una interpretación en conciencia de los fenomenos reales de la vida, que en difinitiva no son tan reales si no que producto de un sistema impuesto y avalado por la razón del hombre, esa razón que es azusada por el conocimiento que no hace otra cosa que diferenciar al hombre. Creemos conciencia sin razón, ese es el desafío siendo el primer paso despercudirse de aquellos prejuicios adquiridos de nuestros padres y obedecer nuestra esencia, y como la verdad no existe, hacer caso mas a nuestras dudas que a las verdades de otros.edu
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